Me fui de Gustavo un año después de la última vez que escribí este blog lleno de amor y de desamor también. Me fui de él, de la relación, de su amor con estática. Porque seguimos un año más. Su novia no fue mas su novia y yo pase a ser su nada y su algo. Yo seguía ahí. Siempre
Ojalá se vaya él de mi, de una vez. 8 meses después de la última vez que hable con él se me dio por verlo en sueños. Relajado, como no estuvo nunca. Gustavo tenía el seño fruncido siempre. Como si estuviera prepoteando. Me miró y me dijo "Blanca" con su voz. Era su voz.
No pude parar de extrañarlo todo el día. Como hace mucho que no lo hago.
Hace 8 meses de lo último que te dije. La última palabra que usé. Como un látigo. Como un final. Un chasquido. Hasta suena a eso, a final. Una sentencia que predecía lo que iba a pasar con nuestro vínculo.
Morite
Eso te dije la última vez que se me ocurrió ceder para pedirte, como si fuera un alma en pena rogandote un poco de amor posible, que vinieras a mi. A mi cama. Al calor del corderoy de mi sofá. Te hubiera rogado entre lágrimas que vinieras a querer estar conmigo. A que te acaricie el costado de tu poco pelo. A mirarte mientras buscas algo en la computadora para ver y que lo veamos. A que me insistas con que no me pierda esa parte. A tocarme para encender mis ganas de morderte el alma a besos y que vos me frenes. Después...Me decías. Que mal. ¿Cómo es que hice para que durante tanto tiempo tus escasos, efímeros y míseros gestos de amor me lastimaran tanto?
No viniste. Porque estabas tomando cocaína con tus amigos. Te burlaste de mi porque quise que vinieras conmigo. Porque "caí" me dijiste. Y vuelvo a repetirte que te burlaste de mi mirada profunda porque de mirarte a vos se trata...
Morite. Morite. Morite. Morite. Morite
Una y otra vez.
Y vos no entendiste nada. NADA. No entendiste el amor. Ni el odio tampoco. No entendiste que te pedí que TE MUERAS.
Y que tu mensaje de año nuevo iba a ser un detonante para que yo ruegue que te mueras de nuevo.
Y la última vez...Que pedorra la última vez. Patética, pedorra y vulgar como nuestra relación Gustavo. Que bajon de relación.
Morite. Morite de todas formas posibles.
Morite para mi, para todas las mujeres del mundo. Que se muera tu encanto y pases a ser un don nadie. Que se muera mi pena, mi soledad, mis ganas de morderte el alma de besos Gustavo. Ojalá te mueras para siempre en mis pensamientos y en mi mundo que sería mucho más hermoso si no fuera que de vez en cuando aparece en sueños tu perfil, tu boca carnosa y adolescente, tus ojos hinchados y curiosos, tu nuca perfecta y sobre todo tu voz de tabaco y piano.
Morite. Morite amor de monoambiente húmedo, vacío y choto. Morite de una vez.